Las velas marrones sin duda nos recuerdan a la tierra, a los árboles, a la naturaleza y precisamente por ese recuerdo que otorga en superficies llanas, son velas por y para la estabilidad.
Se usan en rituales en los que queremos mantener firmemente algo que tenemos, en este caso no queremos desechar nada, no queremos atraer nada sino que queremos mantener.